El plantel de San Lorenzo mantiene por segundo día consecutivo el paro de actividades en el campo: los jugadores se presentan al predio desde temprano, cumplen con la rutina de vestuario y gimnasio, pero se niegan a entrenar sobre el césped hasta que el club pague los premios adeudados por la clasificación a la Copa Sudamericana 2026.

La medida refleja la profunda crisis económica que atraviesa la institución, con deudas recurrentes e inhibiciones que complican la planificación. El entrenador interino Damián Ayude respaldó totalmente la protesta y contó un ejemplo concreto del desorden: los futbolistas llegaron en ayunas para realizarse los estudios médicos previos a la pretemporada, pero la empresa tercerizada no apareció porque San Lorenzo no había pagado el servicio.

“Tuvimos que reprogramar todo para el jueves”, explicó el DT en Radio La Red, destacando cómo la falta de fondos afecta incluso los detalles más básicos. A pesar del caos, Ayude se mostró optimista y apeló al amor por el club: confía en que se levantarán las inhibiciones para incorporar refuerzos y destacó el esfuerzo enorme del plantel durante todo el año para competir en inferioridad de condiciones.

“Hay que tragar y masticar las dificultades; estos chicos trabajaron a destajo y se merecen pelear la Sudamericana con un equipo competitivo”, cerró, manteniendo la fe en que la situación institucional mejorará pronto.