Los fallecimientos de figuras o personajes de nuestro país siempre tiene un lado B del cual nadie quiere hablar, incluso la familia prefiere acelerar los momentos de velorios para evitar contacto externo.

Así parece haber sucedido con la muerte de la ex boxeadora y entrenadora Alejandra "Locomotora" Oliveras, que luego de varios días internada falleció en una clínica.

Casi un mes antes del ACV que marcó el comienzo del trágico final para la quíntuple campeona del mundo, ella había decidido realizarse una cirugía para aumentar su busto de la manera más natural posible.

Quizás con absoluto desconocimiento de las consecuencias, Alejandra busco una profesional de su confianza para extraer grasa de su glúteo para implantarse en sus senos.

La cirugía suele ser compleja, ya que al hacer este tipo de cirugía la sangre trasladó coágulos que finalmente, colocados cerca de los pulmones, determinado la fatal embolia pulmonar.

La situación se agrava, ya que ante la falta de presupuesto para buscar un profesional idóneo, la ex boxeadora se realizó la cirugía con una cosmetóloga de confianza, que no habría tenido los cuidados necesarios y el acompañamiento posterior en caso de un problema.

La familia decidió rápidamente realizar la cremación del cuerpo para evitar investigaciones que perjudiquen la imagen de Alejandra, y evitar un problema mayor para la amiga cosmetóloga.