El exjugador del Manchester United, Anderson, ha sido condenado por un tribunal brasileño a una pena de prisión de hasta 30 días si no paga 142.000 libras esterlinas adeudadas por la pensión alimenticia de su hijo.

El fallo judicial establece que, en caso de abonar la cantidad requerida, la orden de arresto se suspendería de inmediato, evitando así su ingreso en la cárcel. Esta medida surge de un proceso por incumplimiento de obligaciones familiares, que resalta las dificultades financieras del excentrocampista.

Los medios brasileños indican que, de cumplir la pena, Anderson sería confinado en una celda con supervisión estricta, permitiéndosele solo salidas diurnas para servicios comunitarios antes de regresar a prisión por las tardes.

Esta modalidad busca equilibrar la sanción con cierta flexibilidad, aunque el exinternacional brasileño aún no ha emitido comentarios directos sobre el caso.

Su abogado confirmó que el asunto involucra a menores, y Anderson reveló en 2024 tener nueve hijos, lo que complica su situación económica y legal.

Estos enredos judiciales encapsulan una carrera prometedora que no cumplió expectativas debido a la falta de profesionalismo del jugador, galardonado con el Golden Boy en 2008.

Además, se le investiga por presunto lavado de dinero de 4,7 millones de libras a través de criptomonedas, sumando capas de controversia a su legado post-deportivo.