Con un perfil de buscavidas de la política, Julio César Nieto parece haber encontrado la horma de su zapato en una causa que tramita en el Juzgado Federal de Quilmes.

La carátula sería de enriquecimiento ilícito para este auténtico buscador de oportunidades que fue funcionario del intendente quilmeño Sergio Villordo, luego vivió en España, volvió a la Argentina para ingresar a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), se acomodó con distintos jefes del organismo (desde Ricardo Echegaray hasta Guillermo Michel), intentó sin éxito competir para la intendencia de Quilmes (inclusive, en las últimas PASO), buscó cobijarse bajo figuras tan distintas como Aníbal Fernández o Florencio Randazzo, y tiene vínculos con un concejal de Mar del Plata (ex funcionario nacional y dueño de algunos medios locales).

Julio Cesar Nieto ingresó a la AFIP en 2010 y fue jefe del Departamento de Servicios al Ciudadano, cuando el titular del organismo era Ricardo Echegaray, ex compañero suyo de militancia en la liberal Unión del Centro Democrático (UCEDE).

Reconvertidos ambos al peronismo, Echegaray está en el ostracismo desde hace años, tratando de resolver sus problemas judiciales. Pero a Nieto le quedó, de aquella época, una cartera de amigos, clientes y representados de la que aún hoy saca provecho.

Eso es lo que investiga la Justicia Federal de Quilmes, bajo el supuesto que incurrió en las figuras de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Esto último no sólo para sí mismo sino también para su ex jefe comunal y político, Sergio Villordo, ex funcionarios de la Aduana y la Dirección General Impositiva (DGI), ambas direcciones de la AFIP.

Si la Justicia avanza, y según confirmamos tiene pruebas contundentes, la lista de Villordo contendrían un interesante listado de ricos, famosos, y otros más que son todo eso juntos.

Según fuentes de la investigación, con números que sorprenderán hasta al más escéptico.

El otro dato sustancial es que Julio César Nieto, empleado de la Administración Nacional de Aduanas, no enfrenta una situación judicial que resulta de una demanda mediática.

Por el contrario, la propia Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) lo denunció en 2018, la causa tramitó en Rosario, donde el juez no puso mucho empeño, pero después la envió a la justicia federal quilmeña, pues Nieto es oriundo de allí y mantendría también su domicilio fiscal en el municipio del sur bonaerense.

Por ello, el viernes pasado no sólo fueron allanadas su estación de trabajo, y la de su hija, en la Aduana, sino también sus domicilios particulares.

El juez que lleva la causa habría obtenido importantes pruebas. Pero también contaría con la colaboración de "heridos" que dejó Nieto desde 2010 con sus malos modales: pastillas de gamexane en 2014 a empleados de la AFIP que pedían aumentos de sueldo, enfrentamientos con delegados sindicales de la Regional de Bahía Blanca, afiches contra la actual subdirectora y ex número 1 de la Aduana, Rosana Lodovico. La investigación judicial contra Nieto está avanzada, la novela recién comienza.