Marcos Rojo, defensor de 35 años, atraviesa un momento de alta tensión en Boca Juniors tras ser separado del plantel por decisión del entrenador Miguel Ángel Russo, junto a Marcelo Saracchi y Cristian Lema, luego de una fuerte discusión con el cuerpo técnico el pasado 30 de julio.

El altercado, que llevó a Rojo a abandonar el Predio de Ezeiza sin entrenarse, derivó en su exclusión de las prácticas y del vestuario. La filtración rápida del incidente molestó al entrenador, consolidando la decisión de marginarlo. Actualmente, el zaguero negocia la rescisión de su contrato, que finaliza en diciembre de 2025, mientras Boca exige un resarcimiento económico para facilitar su salida.

En medio de esta crisis, Rojo avivó la controversia al publicar en Instagram una historia celebrando el 120° aniversario de Estudiantes de La Plata, club donde se formó y con el que ganó la Copa Libertadores en 2009.

La publicación, que incluyó una imagen suya durante su paso por el Pincha, fue interpretada como un guiño a la institución que busca repatriarlo. Estudiantes, liderado por Juan Sebastián Verón, muestra interés en sumar al experimentado defensor para reforzar su zaga junto a Leandro González Pírez, aunque la operación depende de que Rojo resuelva su salida de Boca sin costo para el club platense.

Sin embargo, el posible retorno de Rojo a Estudiantes no está exento de obstáculos. Parte de la hinchada del Pincha aún guarda resentimiento por su decisión de fichar por Boca en 2021, tras un breve préstamo desde Manchester United en 2020, donde apenas jugó un partido debido a lesiones. Rojo reconoció este malestar, afirmando: “A ellos les habrá dolido, entiendo que piensen que los traicioné, pero es fútbol y ya va a pasar”.

Mientras tanto, su situación en Boca se agrava, marcada por posteos en redes que también incluyeron una imagen con un utilero del club, en alusión a cómo se enteró de su marginación, profundizando la fractura con la dirigencia y el cuerpo técnico.