Quentin Folliot, tenista francés de 26 años que llegó a ocupar el puesto 488 del ranking ATP, recibió una de las sanciones más duras en la historia reciente del tenis profesional.

La Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) lo declaró culpable de 27 infracciones graves relacionadas con corrupción deportiva, entre las que destacan el amaño de resultados, aceptar dinero por perder partidos, ofrecer pagos a otros jugadores, uso de información privilegiada, conspiración y destrucción de pruebas, además de negarse a colaborar con la investigación.

Como consecuencia, Folliot fue suspendido por 20 años de toda actividad relacionada con el tenis profesional (jugar, entrenar o siquiera asistir a torneos), una pena que prácticamente pone fin a su carrera.

Además, deberá pagar una multa de 70.000 dólares y devolver 44.000 dólares en ganancias obtenidas de forma ilícita. La ITIA consideró que la cantidad y gravedad de las infracciones justificaban una sanción ejemplar para proteger la integridad del deporte.

Con una carrera desarrollada principalmente en torneos ITF y qualys de Challenger, Folliot nunca logró establecerse en el circuito principal y acumuló poco más de 60.000 dólares en premios a lo largo de su trayectoria.

Su mejor rendimiento lo mostró en dobles, donde alcanzó algunas finales ITF. Con esta sanción, su nombre queda marcado como uno de los casos más graves de amaño de partidos en el tenis moderno.