Belgrano de Córdoba impuso su ley en el Gigante de Alberdi con un contundente 3-0 ante Newell's Old Boys por el Torneo Clausura, una victoria que revivió fantasmas para el equipo rosarino apenas cinco días después de caer en la Copa Argentina ante el mismo rival.

Los goles llegaron por intermedio de Francisco González Metilli, Nicolás Fernández y Lucas Zelarrayán —con una asistencia de su sobrino Gonzalo, en un toque familiar que simbolizó la superioridad celeste—.

El partido se complicó aún más para la Lepra con la expulsión de Gonzalo Maroni, que dejó al equipo con diez jugadores, y un insólito penal malogrado por Darío Benedetto, que pudo haber cambiado el rumbo, pero solo agravó la frustración en Parque Independencia.

La derrota profundiza la crisis de Newell's en la Zona A, donde acumula apenas 9 puntos y se hunde en la tabla, sumando a la magra cosecha el golpe del clásico perdido ante Rosario Central. Todo apunta a un futuro incierto para Cristian Fabbiani como director técnico: pese a asegurar en conferencia de prensa que "tiene fuerzas" y no va a "tirar la toalla", las dudas sobre su continuidad son inevitables ante esta racha negativa.

La dirigencia deberá evaluar si el ímpetu del entrenador basta para revertir el panorama, o si un cambio drástico es necesario para rescatar la temporada.

En contraste, Belgrano saborea la dulzura del triunfo bajo la batuta de Ricardo Zielinski, que con estos 12 puntos se instala en la séptima posición y accede a la zona de playoffs del Clausura.

Esta remontada no solo consolida el buen momento de los cordobeses, sino que refuerza su confianza de cara a los próximos desafíos, donde la solidez defensiva y el oportunismo ofensivo han sido clave.

Mientras Newell's lidia con sus demonios internos, los Celestes miran hacia arriba, demostrando que, en el fútbol argentino, una noche de gala puede transformar realidades opuestas en cuestión de 90 minutos.