Estudiantes de La Plata vivió una noche de tensión y desahogo al derrotar 1-0 a Defensa y Justicia en el Estadio UNO, gracias a un gol en contra de Rafael Delgado que rompió el cero y encendió la euforia de la hinchada.

El equipo dirigido por Eduardo Domínguez, que presentó una escuadra alternativa para rotar jugadores de cara a compromisos más exigentes, supo sufrir ante un rival combativo y se impuso en un partido trabado donde la defensa fue clave para mantener la valla invicta.

Los hinchas, enardecidos por el triunfo, no escatimaron en cánticos pidiendo la vuelta a la Copa Libertadores y soñando con remontar la serie de octavos de final ante Flamengo, en un ambiente que transformó el estadio en un hervidero de pasión.

El gol de Delgado, convertido en el héroe involuntario a los minutos finales, no solo selló los tres puntos, sino que impulsó al Pincha en su lucha por el Torneo Clausura.

Esta victoria coloca a Estudiantes en la tercera posición de la Zona A con 15 unidades, empatado en puntos con Barracas Central —que lidera por mejor diferencia de goles— y a solo uno de distancia del puntero Unión.

La estrategia de Domínguez, priorizando la frescura de sus suplentes, demostró su efectividad en un encuentro donde el control del balón y la solidez atrás fueron determinantes para inclinar la balanza.

Más allá del resultado inmediato, este triunfo refuerza las aspiraciones de Estudiantes en una temporada de doble frente, donde el Clausura se presenta como una oportunidad para consolidar el proyecto y ganar impulso rumbo a la Libertadores.

La remontada ante Flamengo parece un desafío mayúsculo, pero la fe de la afición y el pragmatismo del DT mantienen viva la ilusión. Con este envión, el Pincha mira con optimismo los próximos desafíos, demostrando que en el fútbol argentino, la garra y la alternancia pueden ser el camino hacia la gloria.