River Plate se despidió de la Copa Libertadores 2025 en una serie de cuartos de final muy exigente ante Palmeiras. Tras caer por 2-1 en el Monumental, el Millonario se vio obligado a buscar una remontada épica en territorio brasileño, donde la presión y el ambiente hostil complicaron aún más la tarea.

El equipo dirigido por Marcelo Gallardo llegó con la ilusión intacta, pero la realidad fue cruel en un partido que expuso las fragilidades defensivas del conjunto argentino.

El encuentro del miércoles arrancó con un River dominante y esperanzador: Maxi Salas abrió el marcador de manera tempranera, inyectando optimismo en el plantel y la parcialidad que lo acompañaba.

Durante la primera mitad, el Millonario controló las acciones y generó chances claras, manteniendo viva la posibilidad de dar vuelta la eliminatoria global. Sin embargo, el complemento trajo un cambio drástico, con Palmeiras recuperando la posesión y presionando con intensidad para igualar el marcador por intermedio de Vitor Roque.

El derrumbe fue total en los minutos finales: un penal sobre Palmeiras derivó en la expulsión de Marcos Acuña —quien jugaba de prestado en una posición no habitual— y en la conversión de José Manuel López para el 2-1.

Como frutilla del postre, el Flaco selló la victoria brasileña con un golazo en el descuento, cerrando un 3-1 inapelable que eliminó a River. Además, el equipo sufrió la baja por lesión de Juan Portillo, sumando un golpe extra en una noche para el olvido.