Judiciales y Policiales | Ayer
Patrimonio
Conflicto en La Plata por la titularidad de una joyería tras una separación con derivación judicial
El denunciante afirma que los ahorros y activos quedaron a nombre de terceros y que fue desplazado de su actividad laboral.
Julio Pegassano denunció que fue despojado de la joyería “Malena” y quedó prácticamente en la calle, tras una ruptura conflictiva que derivó en una causa judicial de alto impacto personal, económico y emocional. En su presentación, el denunciante sostiene que durante años sufrió violencia psicológica sistemática, aislamiento social, humillaciones y control económico, en el marco de una relación de pareja que terminó con su exclusión del negocio y de los bienes que afirma haber construido con su trabajo.
Según el relato incorporado a la causa, Pegassano asegura que fue progresivamente apartado de decisiones familiares, escolares y sociales, mientras se lo descalificaba ante terceros. También expuso situaciones de trato denigrante en el ámbito íntimo, que, de acuerdo a la denuncia, afectaron gravemente su autoestima y salud emocional.
Otro de los puntos centrales es la presunta violencia económica y patrimonial. El joyero afirma que los ahorros acumulados durante más de 15 años de trabajo, principalmente en metales preciosos, fueron utilizados para la compra de propiedades y locales comerciales que quedaron a nombre de su expareja y de la madre de ella. Entre esos bienes figura el local donde funcionaba la joyería Malena, del cual habría sido excluido mediante el cambio de cerraduras y denuncias judiciales que le impidieron continuar con su actividad laboral.
En la denuncia también se describen episodios vinculados al uso del sistema de salud como mecanismo de control, incluyendo tratamientos psiquiátricos y derivaciones que el denunciante considera improcedentes, además del abandono durante un postoperatorio complejo. Todo el cuadro fue presentado como una dinámica prolongada de disciplinamiento y sometimiento.
La presentación judicial solicita medidas urgentes de protección, preservación de pruebas digitales y registrales, intervención de un equipo interdisciplinario y cautelares patrimoniales para evitar el vaciamiento de bienes mientras se investiga la trazabilidad del dinero. También se pidió garantizar el acceso del denunciante a su actividad comercial y resguardar el vínculo con sus hijas menores.
La causa quedó en manos de la Justicia bonaerense, que deberá analizar la veracidad de los hechos denunciados, producir pericias psicológicas y contables, y determinar si existieron delitos como coacción, lesiones psíquicas, administración fraudulenta o denuncias instrumentales. Mientras tanto, Pegassano sostiene que perdió su fuente de trabajo y su sustento, y reclama poder volver a ejercer el oficio que desarrolló durante toda su vida.
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