
Política | Ayer
Provincias perdidas y un aparato sin control
El PJ pelea contra sí mismo en Jujuy, Salta y Corrientes mientras el país lo olvida
El partido que antes ganaba con el dedo ahora se parte a gritos en distritos donde ya ni pisan. Intervenciones, traiciones y facciones al borde de la violencia.

El Partido Justicialista se encamina a un Congreso Nacional que más parece un acto de supervivencia que una muestra de unidad. Este martes a las 17, en medio de un clima de crisis, fracturas internas y un reguero de derrotas electorales, el peronismo nacional intenta dar señales de vida mientras su histórica estructura cruje como nunca antes.
CONVOCAR AL CONGRESO NACIONAL DEL PJ POR UN ZOOM ES UNA VERDADERA VERGÜENZA
— Fernando Gray (@fernandogray) May 15, 2025
Solicité formalmente que se suspenda la convocatoria al Congreso Nacional del PJ que pretende realizarse en modalidad virtual el 20 de mayo y se cite a una reunión presencial en la que esté garantizada… pic.twitter.com/TCvb8lpCi8
Las recientes caídas en elecciones desdobladas en CABA, Santa Fe, Salta, Jujuy, San Luis y Chaco no solo dejaron un tendal de dirigentes desorientados: confirmaron que el PJ atraviesa su peor momento desde la recuperación democrática. El partido fundado por Perón llega a este Congreso nacional herido, desangrado y sin norte.
Como si fuera poco, Cristina Fernández de Kirchner, presidenta del Consejo del PJ Nacional, ni siquiera participará del cónclave.
Tampoco estará Axel Kicillof, su principal delfín en Buenos Aires. Ambos decidieron marcar distancia, una ausencia que suena más a ruptura que a estrategia. La postal es contundente: los jefes no se sientan en la mesa cuando el barco se hunde.
La convocatoria fue firmada por Gildo Insfrán, gobernador de Formosa y figura clave del aparato, cuestionado por sectores internos que ven en su liderazgo una forma de perpetuación feudal del poder que atrasa décadas.
El temario oficial del Congreso roza lo ridículo: informe de la Comisión de Poderes y aprobación de estados contables 2024, en medio de una debacle política generalizada. Como si ajustar balances pudiese tapar el naufragio.
Sin embargo, el punto más caliente será el debate, más bien el pase de facturas, sobre las intervenciones partidarias en Jujuy, Salta, Misiones y Corrientes. Lugares donde el PJ perdió el control, y ahora busca recuperar terreno a los empujones, con internas que rozan la violencia y operaciones cruzadas entre facciones.
Con la provincia de Buenos Aires como próximo escenario de disputa electoral en septiembre, lo que ocurra hoy en este Congreso marcará la hoja de ruta de un partido que, en vez de reconstruirse, parece cada día más decidido a implosionar.
El PJ, que alguna vez fue sinónimo de poder en la Argentina, ahora parece condenado a discutir su herencia entre ruinas, sin líderes claros y con una base militante desmovilizada y confundida.
Si este Congreso es el primer paso hacia la reconstrucción o el acto final antes de la fragmentación definitiva, lo sabremos muy pronto. Pero todo indica que el peronismo está más cerca del abismo que del renacimiento.