
Política | 02/06
Voces pausadas
El primer ministro de Annobón rompió el silencio en una charla organizada por ANU-AR
Sin agua, ni comida, ni derechos: así describió Orlando Cartagena Lagar la vida en Annobón.

Orlando Cartagena Lagar, primer ministro de la República de Annobón, fue invitado por la Asociación para las Naciones Unidas de la República Argentina (ANU-AR) a participar de una charla abierta vía Zoom en la que expuso con crudeza el drama que vive su pueblo: un genocidio silencioso, sistemático y prolongado a manos del régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, dictador de Guinea Ecuatorial desde hace más de 45 años.
El evento, organizado y moderado por la prestigiosa africanista Silvia Perazzo, convocó a académicos, estudiantes, defensores de derechos humanos y ciudadanos argentinos interesados en conocer la realidad que se vive en una de las regiones más aisladas y reprimidas del continente africano: la isla de Annobón.
"Nos están matando en vida"
Durante su intervención, Cartagena Lagar ofreció un desgarrador panorama de la situación actual en la isla: sin agua potable, sin acceso a medicamentos ni alimentos básicos, sin internet ni libertad de expresión. "Estamos en el Siglo XXI y vivimos como si estuviéramos en el Siglo XIX. La incomunicación es total, los abusos son constantes y nuestras voces han sido silenciadas por una ocupación militar violenta", denunció.
Aseguró que todos los cargos en la isla (desde el gobernador hasta los maestros y sacerdotes) pertenecen a etnias foráneas impuestas desde el continente, sin ningún vínculo con la población autóctona. "Es una fuerza de ocupación. No tenemos representación propia, ni siquiera en lo espiritual", sostuvo.
La independencia como necesidad vital
El primer ministro explicó que la proclamación de independencia de Annobón es una reacción legítima frente a décadas de colonización interna y represión. "No pedimos caridad. No queremos limosna humanitaria. Queremos gobernarnos, poder trabajar y decidir nuestro destino como pueblo soberano", afirmó con firmeza.
También enfatizó que Annobón cumple con todos los criterios internacionales para ser reconocida como una nación independiente: tiene territorio, lengua, cultura propia y ha sido víctima de una agresión brutal. "Hemos sufrido cárcel, tortura, aislamiento y saqueo. Nuestra lucha es justa y está en marcha".
El apoyo argentino como faro internacional
La charla fue seguida por numerosos asistentes argentinos que, al cierre del encuentro, manifestaron su apoyo emocional y político al primer ministro con frases como "¡Ambô Legadu!" y "¡Estamos con usted, primer ministro!". Cartagena Lagar, visiblemente conmovido, agradeció ese respaldo y expresó su voluntad de reunirse con autoridades del Gobierno de Javier Milei.
Consultado sobre si el reconocimiento de Annobón podría interferir con la causa Malvinas, fue tajante: "Annobón es un pueblo autóctono. No hay colonos aquí. No hay comparación posible. Nuestra causa no pone en peligro la posición argentina: al contrario, la refuerza", explicó, haciendo referencia al interés del régimen invasor por desplazar a la población autóctona para implantar la propia.
En suma, en este conflicto, Guinea Ecuatorial es a Annobón lo que la actual potencia en las Malvinas es a Argentina.
"El más famoso ahora soy yo"
En un pasaje revelador de la charla, Cartagena Lagar admitió que no hay figuras públicas internacionales que puedan visibilizar la causa annobonesa porque el régimen ha bloqueado históricamente toda posibilidad de desarrollo y exposición. "No tenemos artistas, no tenemos deportistas. Nos han tapado en todos los sentidos. El más famoso ahora soy yo, solo porque ustedes me están escuchando".
Recordó que, antes del recrudecimiento de la dictadura, Annobón tenía siete equipos de fútbol, expresión de una vida social y comunitaria que fue desmantelada por la represión. Hoy, esa vitalidad ha sido sustituida por militares armados, detenciones arbitrarias y censura total.
Un genocidio que ya no puede ocultarse
Lo que se vive en Annobón es una catástrofe humanitaria y política: una isla aislada, empobrecida, silenciada, sin acceso a recursos básicos ni a libertades fundamentales. La charla organizada por ANU-AR permitió que, por primera vez, una voz institucional del pueblo annobonés fuera escuchada en Argentina, y sembró un germen de solidaridad que puede expandirse.
"El reconocimiento de un Estado no es solo un papel. Es una declaración de humanidad, de legalidad, de respaldo internacional”, dijo Cartagena.
En ese sentido, la causa de Annobón ya no es solo africana: es también una causa argentina, latinoamericana y universal. Es la lucha de un pueblo que se niega a desaparecer, que exige existir, y que empieza a encontrar eco del otro lado del océano.
