En un acto marcado por la tensión y la retórica incendiaria, Javier Milei cerró la campaña legislativa de La Libertad Avanza en la ciudad de Rosario con un discurso que repitió sus habituales ejes de confrontación: libertad o comunismo, “casta o pueblo”, “pobres o potencia”.

El mandatario, que llegó acompañado por funcionarios de su gabinete y candidatos de todo el país, volvió a construir un relato de épica personalista y denunció una supuesta amenaza del “comunismo castro-chavista”, un concepto que repite desde su llegada al poder y que carece de correlato real en el escenario político argentino.

Milei también aprovechó el escenario para atacar a la candidata de Fuerza Patria, Caren Tepp, a quien tildó de “usurpadora de tierras”. Las declaraciones provocaron rechazo inmediato entre dirigentes opositores, que acusaron al presidente de “promover el odio y el desprecio por la democracia”.

En otro tramo, el mandatario pidió “un Congreso más sólido” para continuar su plan económico, pese a que los números de pobreza superan el 60% y el poder adquisitivo de los trabajadores cayó drásticamente.

El acto, cargado de consignas y con poco contenido concreto, cerró con Milei repitiendo: “A partir del domingo va a cambiar en serio la Argentina”, una promesa que muchos en la oposición ya escucharon demasiadas veces.