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Quejas acumuladas
Usuarios de Nuevo Expreso denuncian negligencia y maltrato durante recorridos de larga distancia
Entre paradas injustificadas y calefacción deficiente, el servicio ofrecido quedó muy lejos de lo prometido.

Lo que debía ser un viaje cómodo y seguro desde La Plata, Buenos Aires, hasta Sáenz Peña, Chaco, se convirtió en una pesadilla para los pasajeros de Nuevo Expreso. A pesar de los más de 40 años de experiencia que la empresa Ciudad de Gualeguaychú SRL presume, y su promesa de un servicio “seguro, confiable y eficiente”, la realidad estuvo lejos de las expectativas, sumándose a un historial de quejas que la empresa parece ignorar.
El trayecto, programado para durar 19 horas y media (de 15:30 a 11:00 del día siguiente), se extendió hasta las 12:30, sumando una hora y media de retraso que hizo que varios pasajeros perdieran citas importantes en Sáenz Peña. El pasaje, con un costo exorbitante de $85.120, prometía asientos tipo cama y un servicio de calidad, pero la experiencia fue un fiasco.
El primer colectivo, aunque ofrecía asientos tipo cama, tenía un baño en condiciones deplorables y las luces individuales de los asientos no funcionaban. A las 23:00, en Gualeguaychú, los pasajeros realizaron un trasbordo a otro colectivo, anunciado como más moderno, pero que no cumplía con los asientos tipo cama contratados.
El baño, aunque algo mejor, seguía estando sucio, y el sistema de calefacción apenas funcionaba en una noche particularmente fría. El viaje estuvo plagado de paradas injustificadas, algunas en medio de la ruta sin explicación alguna, con movimientos sospechosos en la cabina del chofer que los pasajeros no podían distinguir.
En otras ocasiones, se observó al chofer y su acompañante bajar con un termo para cargar agua caliente, una práctica prohibida que denota una actitud irresponsable y poco profesional. No hubo paradas en estaciones de servicio para que los pasajeros pudieran acceder a baños decentes o comprar algo, solo detenciones en terminales para el ascenso y descenso de viajeros.
La indignación crece al revisar plataformas como tuQuejaSuma, donde Nuevo Expreso acumula numerosas quejas sin resolver, reflejando un patrón de negligencia. Por ejemplo, un pasajero denunció que, en un viaje de Escobar a Sáenz Peña, el colectivo sufrió una avería por una cubierta reventada, dejando a los pasajeros varados más de dos horas en San Bernardo, Santa Fe, sin ninguna compensación por el tiempo perdido.
Otro usuario reportó un viaje de Concordia a Retiro con más de una hora y media de demora, un colectivo en mal estado, sin aseo, con butacas rotas y mal numeradas, y una atención pésima, lo que demuestra que los problemas de la empresa son recurrentes. Estas quejas, junto con otras sobre publicidad engañosa y retrasos, evidencian la falta de compromiso de Nuevo Expreso con sus clientes.
Al intentar reclamar en la terminal de Sáenz Peña, los pasajeros encontraron una oficina cerrada y ninguna vía clara para expresar sus quejas, lo que agravó su frustración. Con un costo de $85.120, los pasajeros esperaban un servicio premium, pero otras empresas del sector ofrecen condiciones mucho mejores por precios similares o incluso menores.
Nuevo Expreso, que se jacta de transportar más de un millón trescientos mil pasajeros al año y cubrir 900 localidades, parece no estar a la altura de su propia publicidad, dejando a los viajeros con una experiencia de viaje que difícilmente olvidarán, pero por las peores razones.
