Política | Ayer

Red oculta

Denuncias por irregularidades en el transporte del conurbano bonaerense

Empresas fantasma y vínculos con plataformas ilegales complican el control estatal en la región.

En el conurbano bonaerense, una red paralela al Estado formal se encargó durante años de generar habilitaciones falsas, seguros precarios y documentación “oficial” para empresas que operan al margen de la ley. En el centro de esta maniobra se encuentra la Federación Argentina de Remises (FAREM), presidida por el dirigente quilmeño Claudio Alejandro Poli.

FAREM utilizó como socio estratégico a JCC & ASOCIADOS S.R.L., conocida comercialmente como “Mundo Remis” o “Mundo Seguro" una firma que figuraba como remiseria para tal fin y que fue dada de baja por el Municipio de Malvinas Argentinas. Actualmente se encuentra imputada penalmente por maniobras irregulares.

Pese a esto, Mundo Remis del conocido Juan Carlos Caputto y Veronica Santillan, siguió operando a través del testaferro Gustavo Franzoni, quien gestiona trámites, firma documentación y mantiene la estructura activa, aunque no figura formalmente en ningún rol societario.

FAREM no solo avalaba estas operaciones, sino que brindaba cobertura institucional para legitimar cientos de habilitaciones emitidas por esta firma. Con esas carpetas truchas, numerosas empresas se presentaban, y siguen presentándose, en licitaciones públicas y privadas, especialmente en servicios de traslado para el Estado.

Pero el escándalo va más allá: estas mismas habilitaciones son utilizadas para encubrir a flotas que hoy operan bajo plataformas ilegales como Uber y Didi, simulando que prestan servicio regulado, cuando en realidad violan toda normativa laboral, tributaria y de transporte.

Lo que surge a la luz es una red que combina estructura gremial, habilitaciones apócrifas y vínculos con plataformas piratas, generando un ecosistema paralelo donde se comercian documentos, seguros, y figuras legales de fachada a cambio de dinero.

Todo este circuito fue sostenido durante años mediante el silencio cómplice de actores municipales y la fachada institucional de FAREM, que no representa legalmente a las agencias ni a los trabajadores y cuya personería jurídica está cuestionada por incumplir con la documentación básica para su existencia.

Estas maniobras ya han sido señaladas en denuncias formales, presentaciones administrativas y material probatorio que se encuentra en análisis por distintos organismos de control.

Las pruebas no solo muestran cómo se encubre a la firma imputada Mundo Remis, sino cómo se sostiene un mercado negro de habilitaciones que distorsiona la competencia, pone en riesgo a los pasajeros y atenta contra la legalidad del sistema de transporte en la Argentina.

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