
Política | Ayer
Política exterior y tensiones geopolíticas
Alerta por un giro estratégico en la relación entre Argentina y Reino Unido tras un presunto diálogo militar secreto

En tiempos marcados por la desinformación y la manipulación, la publicación del medio británico The Economist el pasado 6 de julio vuelve a encender las alarmas. El artículo revela la existencia de un diálogo militar secreto entre el Reino Unido y Argentina, lo que podría reconfigurar el escenario diplomático en el Atlántico Sur.
????? Después de años de silencio, Argentina y el Reino Unido vuelven a hablar de defensa. El sur ya no es un rincón olvidado: las Malvinas, la OTAN y la sombra de China reactivan un tablero geopolítico que parecía congelado.
— ᴅɪᴘʟᴏᴍᴀᴄɪᴀ ᴀᴄᴛɪᴠᴀ (@DiploActiva) July 10, 2025
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El informe surge en medio de un cambio profundo en la política exterior argentina, encabezado por la administración de Javier Milei, que ha abandonado históricas posiciones de defensa del multilateralismo, los derechos humanos y la integración regional para alinearse irrestrictamente con los Estados Unidos e Israel. Este giro, que implica una subordinación a intereses externos, amenaza con debilitar la posición argentina en su histórica disputa por la soberanía de las Islas Malvinas.
Analistas advierten que este nuevo alineamiento podría tener consecuencias graves en el vínculo bilateral con Gran Bretaña, principal aliado estratégico de EE.UU. en la conformación del orden internacional y en operaciones militares conjuntas desde hace más de un siglo. Ejemplo de ello fue el apoyo estadounidense al Reino Unido durante el conflicto bélico de 1982, situación que, según el informe Rattenbach, fue subestimada por la conducción militar argentina de entonces.
La preocupación se amplía al terreno económico y militar en las Islas Malvinas. Desde la década del 70, el inicio de exploraciones hidrocarburíferas en el archipiélago alejó a Londres de cualquier mesa de negociación con Argentina. Hoy, las reservas estimadas en la zona superan a las del Mar del Norte, y la explotación pesquera —mediante licencias ilegales— ha generado ingresos millonarios que fortalecen la ocupación británica.
Entre 1976 y 2019, las capturas ilegales totalizaron unas 250.000 toneladas anuales, por un valor comercial superior a los USD 140 mil millones. Este flujo de ingresos se ve reflejado en el PBI per cápita de las islas, que ronda los USD 103.000, una de las cifras más elevadas del mundo.
El panorama se completa con una intensa presencia militar británica en el Atlántico Sur. El “Complejo Monte Agradable”, emplazado en Malvinas, se ha convertido en la fortaleza más equipada del continente, con capacidad aérea, naval y misilística, incluyendo sistemas de armas de última generación. Esta infraestructura militar contraviene los acuerdos internacionales que definen la región como una zona de paz y cooperación, y constituye una amenaza directa a la seguridad de Argentina y Sudamérica.
A más de 40 años del conflicto del Atlántico Sur, y con un gobierno argentino que parece haber resignado sus históricas banderas diplomáticas, la supuesta cooperación militar con Reino Unido no solo inquieta por sus implicancias estratégicas, sino que plantea un serio interrogante sobre el rumbo soberano de la nación.
