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Expansión

El crecimiento urbano sin obras previas genera tensión social y ambiental en Villa Gesell

Vecinos y especialistas advierten que autorizar nuevos emprendimientos sin servicios suficientes compromete la calidad de vida.

En el Partido de Villa Gesell avanzan proyectos urbanísticos de gran escala que encienden alarmas por su impacto ambiental, la falta de servicios básicos y el incumplimiento de normas vigentes, en un escenario donde la responsabilidad política recae de lleno sobre la gestión del intendente Gustavo Barrera, de Unión por la Patria.

Emprendimientos como Lemú y Saint Thomas Golf se desarrollan en zonas ambientalmente frágiles, con médanos, bosques y áreas estratégicas para la recarga del acuífero que abastece de agua potable a toda la ciudad. La remoción de suelos y la alteración del ecosistema avanzan sin garantías ambientales claras, incrementando los riesgos de erosión, contaminación y futuras restricciones hídricas.

El problema se agrava por un dato que la gestión municipal no logra explicar: Villa Gesell no cuenta con la infraestructura necesaria para sostener este nivel de expansión urbana. Los sistemas de agua potable, cloacas, energía eléctrica y accesos viales ya se encuentran tensionados, especialmente en temporada alta. Autorizar nuevos barrios sin obras previas y comprobables de ampliación de servicios implica trasladar los costos del negocio inmobiliario al conjunto de los vecinos.

La responsabilidad del Municipio es central. No se trata solo de habilitar proyectos, sino de controlar, fiscalizar y hacer cumplir las normas ambientales y urbanísticas. Permitir el avance de obras con expedientes incompletos, interpretaciones laxas de la ley o faltas de control efectivo configura una omisión grave que vulnera el derecho a un ambiente sano y expone un modelo de gestión más cercano a los intereses privados que a la planificación sustentable.

A este escenario se suma la lentitud de la Justicia bonaerense frente a denuncias por daño ambiental. La falta de respuestas rápidas deja a la comunidad en estado de indefensión y consolida hechos que, una vez consumados, resultan imposibles de revertir.

El debate de fondo no es desarrollo sí o no, sino qué tipo de desarrollo promueve el gobierno local. El modelo que hoy impulsa la gestión Barrera aparece cada vez más asociado a un crecimiento desordenado, sin planificación ni controles, que hipoteca el futuro ambiental y urbano de Villa Gesell.

Desde distintos sectores reclaman transparencia, acceso a la información y participación ciudadana real, además de una intervención urgente de la Justicia para frenar posibles daños irreversibles.

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